Sueño de media noche
Sueño despierto, pero no siempre con los ojos abiertos, sueño despierto pero no siempre son las doce…
Sueño despierto pero a veces pienso que tu también lo haces al igual que yo y además piensas y sientes lo mismo que yo.
Sueño sin dormir, pero la esperanza de seguir venciendo al insomnio por tu nombre cada día se desvanece.
Sueño y a veces no estoy dormido, solo pensando y escribiendo lo que siento y lo que mi corazón adora y clama que sea escrito para hacer saber a alguien más lo que tanto guardo en cada latido.
Sueño y en cada momento miro al reloj para ver en qué momento se detiene esta ilusión, que aunque me llena de esperanza a veces es mi tortura.
Sueño porque cada momento que te pienso es muy difícil olvidarte y cada segundo que tengo, solo una parte es para olvidarte, aunque después tengo otra vez que recordarte.
Sueño porque a veces no me queda más que soñarte…
Sueño despierto y no es cierto, porque la luna me habla de la eterna sombra que cubre tu luz, y que no permite aclarar tus sentimientos de amor y olvido.
Sueño y cada vez que lo hago mi psiquis deshabita mi cuerpo, viajando a un a luz oscura que es causado porque cubres con tu dedo el sol.
Sueño que no permite dormir, sueño que no deja pensar, sueño que no alegra, ni me sonríe, peor aún me mira; solo observa sin sentido de forma aplanada.
La inversión de afecto se me presenta en cada sueño y algunos a veces después de ellos.
El sueño que no duermo y que no permite paz, oculto en cada historia un significado sin fin que no encuentro sentido alguno; pero ahora quiero soñar que despierto, quiero soñar que vivo, quiero soñar que existo y pensar que mi Yo se adapta al sentido real del objeto deseado.
Sueño porque a veces no me queda más que soñarte…
Ps. Cl. Joel Cañarte Sigüencia (2011) "La vasija de un recuerdo" Pág.165-168 (inédito)